sábado, 12 de septiembre de 2015

Diario IX

Hola lectores del cielo. Sé que no escribo desde hace tiempo, pero no tenía tiempo, en fin, ahora que empieza el curso también escribiré menos, pero bueno, el caso es que hoy vengo fuerte. ¿Os acordáis de la historia de Dona y Rose? Seguro que sí, pero no os acordaréis de todo muy bien. Por eso aquí tenéis el enlace de la carta que le envía Dona, y la explicación de la historia.
Carta Dona, El principio de Dona y Rose.

13/03/1956
Después de visitar para comprobar mi viejo y destartalado café; me dirigí al parque de enfrente a respirar aire puro.
Y fue en ese parque, frente a la cascadita, donde la vi. Delante de la cascada, en el banco donde yo siempre me sentaba, donde la vi.
 Me senté a su lado, y se giró para mirarme, le sonreí, y volvió a mirar a la cascada sin decir nada. Yo me sentí un poco mal, dolida. Aunque no la conociera de nada me gustaría hablar con ella, me resultaba familiar.
La miré unos diez minutos, hasta que descubrí a quien se me parecía.
Se levantó para irse, entonces tuve que frenarla.
-Te vas porque te miraba?
-No, se ha hecho tarde.- dijo con una mueca de fastidio,- quería llegar temprano al metro.
-Mañana vendrás?
-Puede.-y al fin sonrió.
Y después, sin decir siquiera su nombre y sin pronunciar respuesta, se marchó.
Yo me quedé ahí,en el frío banco, mirando donde antes había estado sentada la chica, rezando porque mañana viniera.
Necesitaba hablar con ella. Pues ella, que me resultaba familiar, me había recordado a mí misma.


Bueno, como habéis podido observar la página de este diario se parece mucho a la historia de Dona y Rose. También hay que fijarse en los pequeños detalles; 1956.
Por si no lo habéis comprendido, lo que quiero deciros con todo esto es... Que la dueña y autora del diario es: Rose Romilton.


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