domingo, 18 de octubre de 2015

La luz

La luz que por la ventana entraba se ha apagado dejando un halo de luz transparente.

Y es que es eso.
Al final de todos
nuestros estudios,
la luz es un halo brillante,
transparente.

Da igual lo mucho
que corras, porque
sin luz, acabarás tropezando,
y caerás de nuevo al suelo.

Da igual lo mucho que puedas saber,
porque sin la luz, no lo puedes demostrar.

Da igual lo guapo/a que seas,
por que sin la luz, nadie lo verá.

Y es que si al final de todo, la luz es lo más importante,
porque sin ella, salimos de las jaulas que construimos
a lo largo de nuestras vidas, en las que cerramos el candado,
y ahí nada entra, pero tampoco sale nada.

Y sin luz las abrimos, salimos de todos esos prototipos que
nos marca la sociedad y los que todos conocemos.

Y es que al final de todo, lo más importante,
es hacer tu jaula de goma,
correr lo justo para no caer,
saber lo propio para encender la luz,
y ser lo bastante guapo para que te vean,
y así, es la única manera de vencer a la oscuridad que nos rodea.


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